▷ La llegada del invierno y la importancia de brindar abrigo a los más necesitados.
Nuestro país está ubicado en el hemisferio sur y la corriente marina de Humboldt, la cual enfría gran parte de su costa y la atmósfera de la región; más la Cordillera de los Andes, que provee al país de distintas altitudes, ejercen una influencia muy importante sobre su clima. También, la ubicación geográfica del Perú, le otorga el privilegio de experimentar las cuatros estaciones: verano, otoño, invierno y primavera. Cada una de estas determina muchos aspectos de nuestra cultura y nuestros estilos de vida.
Según los expertos, el invierno peruano inicia aproximadamente el 21 de junio de cada año y finaliza el 22 de septiembre respectivamente. Esta época del año tiene entre sus principales características: humedad, lluvias matutinas, neblina y nubosidad. En gran parte del país, la temperatura suele rondar los 15 grados centígrados, pero en la Sierra peruana la temperatura puede llegar a experimentar niveles muy bajos y perjudiciales para quienes habitan en esta región.
También es importante señalar que en el Perú se experimentan distintos fenómenos climáticos como lo son heladas, friajes, granizadas y nevadas, sobre todo en las zonas de Alto Andina y en la Amazonía. Estos fenómenos donde la temperatura desciende considerablemente o entran corrientes de aires muy frías provenientes de la Región Antártida, afectan directamente la vida y la salud de centenares de personas que viven en dichos espacios geográficos; perjudicando cada una de las actividades que éstas llevan a cabo para sobrevivir como lo son: la agricultura, la ganadería, el turismo, etc. Según los institutos especializados, estos fenómenos ocurren entre los meses de abril y octubre y la población más afectada está integrada por niños, niñas y adultos mayores.
También es sabido que muchas de estas personas que se ven afectadas, no cuentan con la indumentaria necesaria para hacer frente a condiciones climáticas tan adversas. No disponen de una ropa que los abrigue de manera correcta, ni de un calzado oportuno, ni de la indumentaria que les permita protegerse el rostro, la nariz, la orejas, la boca y así poder evitar que el frío entre a sus pulmones.
Aunado a lo anterior, muchos no cuentan con los recursos económicos suficientes para poder cumplir con una dieta balanceada y acorde a las condiciones geográficas donde viven. Por todas estas razones y otras, es común que las personas que habitan en las regiones antes señaladas, padezcan enfermedades respiratorias, males estomacales, patologías oftalmológicas y otros males que atentan contra sus vidas.